Yo soy una mujer que cuenta los vagones del metro para poder subirse en el que corresponde al justo medio.
Me acobarda el asiento de adelante de los autos, por lo mismo, nunca he podido disfrutar ni de mi licencia de conducir ni de una velada en un mirador.
Tengo 3 pares de calcetines, pero siempre termino usando el par que por años ocupa el espacio intermedio.
Si hablamos del personaje de cuentos que me identifica; diría, sin dudarlo, el osito de risitos de oro, ¡qué carácter!. Para mí, al igual que para él, son un honor: la sopa tibia y la cama suave (pero consistente).
Si demuestro felicidad un día, al siguiente debo retribuir la misma con una cuota de infelicidad disimuladamente cruel(creo que este último fenómeno, es de exclusiva responsabilidad de la culpabilidad inculcada desde pre-kinder). Me considero una optimista realista.
Si bien me gusta regar el pasto, nunca lo hago por más de 20 minutos ni menos de 10. Duermo con 2 frazadas, una que me tapa el pecho y la otra la espalda.
Cuando me siento a la mesa los domingos hay 3 personas a mi derecha y 3 a mi izquierda. Del sandwich que me preparo todas las mañanas, sólo me como el jamón. No me gusta toda la comida, pero respeto los horarios para comer. Cuando cocino vegetales y frutas, arranco cuidadosamente los bordes y sólo conservo el corazón.
Mi preferencia por el centro de Santiago, me obliga a instalar mi carpa en plaza de armas todas las noches. Si sigo viva, es porque tengo un santito (sin embargo no soy católica).
Me han hecho 3 operaciones al corazón. Pero creo que se equivocaron, pues mi problema es el ombligo (que tanta presión ha debido soportar).
He estudiado derecho, ingeniería, teatro, psicología y administración de empresas hasta 3º año. En medicina fueron 4 los años de estudio, el mismo tiempo que permanecí en la congregación de religiosas del "Verdadero centro".
Siempre he durado 6 meses pololeando. Me asustan las multitudes, pero también lo hacen las mesas para dos.
No soy demócrata cristiana porque no me gusta ni el pescado ni las lanzas. Tengo paciencia hasta que se me acaba y no me gusta pelear hasta que me provocan.
Nunca me he emborrachado en una fiesta, pero en ellas,"feliz" estoy siempre.
Me tomo siempre la mitad del agua de un vaso. Dejo siempre los libros a medio leer, para empezar pronto con el siguiente. Debo plata a la mitad de mis parientes, para poder prestarle a la mitad de mis amigos. Nunca hago nada, pero no por eso dejo de pensar en ello. Mi pieza está pintada mitad amarillo pato y mitad azul cielo, pues nunca me decidí. No soy ni muy pequeña, ni muy mayor. Me lavo el pelo día por medio, y si salgo con chaqueta en un día de frío no me preocupo de llevar chaleco. Me gustan relativamente poco las canciones cebollas y relativamente mucho las rockeras.
En matemáticas (desde que la conocí) siempre le tuve cariño a la mediana, pues me demostró, que hasta en los nº pares, existe un lugar del medio. Nunca fui ni la mejor ni la peor alumna de un ramo.
Podría seguir con una lista medianamente extensa de cosas que me identifican (al menos en la mitad de mis casos), pero prefiero concluir (por ahora) con este último punto:
Observe la siguiente pintura
Yo soy la que toma café, ¿no ve?. ¿Le cabe alguna duda?
Por eso le dijo señor, que esto tiene que ser un error. Yo no puedo ser la hermana menor.
12:00 pm, Ecuador.