lunes, julio 09, 2007

memorias colectivas

Hay noches oscuras que revientan en la cara y a ella no le gusta la crema pastelera, así que no se expone. Mil veces ha escuchado a Sinatra pero no importa, igual se siente culpable de llorarle a un mafioso. Le encantaría que le pagaran por escribir, de eso viviría. De eso moriría. De un ataque a la escritura, de un desastre en su colon y en su mano, por exceso de tinta.

A Emilia los desarrollos no le gustan, los resultados la desarman y lo peor de todo es que en un acto desesperado terminó escuchando detrás de la puerta que para él, ella nunca fue importante. Si le hubiese propuesto tamaña fuga romántica que tenía planeada hace años en su diario de vida, él le hubiese dicho que no. Emilia no estaba preparada para ello. Quizás estaba preparada para un no sujeto a condición, pero no para un no rotundo. A Emilia le encantaría que su dolor fuera sólo porque él la quiere olvidar. Pero en la realidad su dolor desde esa tarde, es porque él nunca tuvo la intensión siquiera de recordarla. Es que Emilia imagina mucho y esa noche imaginó que estaban enamorados. Pero no, simplemente Emilia tenia una carencia de afectos que le hacían ver corridas de manos en todas partes.

A Jorge le desesperan las conversaciones que no tienen que ver con él. Le cansan porque es sincero, no tiene otro tema simplemente. Abusa de su secretaria y pide dientes para el chanchito José (que es la única herencia que le dejó el avaro de su tío). Jorge lucha hace años con un dolor de espalda terrible. Con unas pastillas que le secan la boca. Y con una cuenta de agua que llega hasta las nubes. A jorge le gustaría tocarlas a veces. De niño soñaba con su textura y con amanecer saltando por entre el algodón de sus partes. Pero las dos veces que estuvo a punto, se despertó con la cama empapada.

Asunción cree en los santos. Concepción queda más al norte que Puerto Montt. Para un antofagastino son sureños los de Conce, los de Santiago, los de Puerto Montt y los de La Serena. Los de Valpo se pueden quedar pintando cerros de postal.

A mi me gusta mi nombre, pero es muy común. Muy común y corriente. Le tengo un pavor enorme a la electricidad. Me molesta un poco la garganta y apenas e leído la tapa de los materiales 1. Me apestan las despedidas, pero ya era tiempo de anunciar una. La primera de muchas. Y se siente bien, no puedo negarlo. Se siente bien porque el exorcismo era para con mi cabeza. Así que soy la primera mujer sin cabeza. Tim Burton estaría orgulloso de mí- y mi mamá también-

A Emilia le gusta Jorge, pero no lo conoce. Jorge nunca ha visto Emilia, hasta hoy a las 6 de la tarde en la estación de metro Baquedano. Asunción es amiga de ambos y le encanta Concepción.
Yo me metí de puro boyerista.
Los vi a los tres en el metro y no pude olvidar el roce de sus manos al amagar un saludo apretado y torpe. Todo lo demás lo inveté.

Tengo sueño y quiero salir de vacaciones. Quiero salir con vacaciones para que conozca la playa, se merece un descanso también.