lunes, marzo 27, 2006

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Son las 7 de la mañana y con sus 53 años encima (literalmente pegados a su espalda) se le hace casi imposible lavarse los dientes.
Cree, desde que tiene 14, que cada cosa que imagina no va a suceder, y cada cosa que promete se va a cumplir irremediablemente. Gracias a esta facultad no ha visto caballos verdes, y a perdido 20 pares de medias en forma de pago por no poder mantener la boca cerrada.
Rememora ahora con regular frecuencia, cuando fue el momento justo en que decidió hacer de esta sucesión de hechos diarios un trabajo sin descanso y sin suficiente paga (aunque se niega a creer en la rutina, hay algo que le perturba de ella). El espejo no miente y los días no pasan en vano.
¿Valió la pena abrirse un día?, le parece un absurdo hoy. Nadie se detuvo ni siquiera una sola tarde a verla, a saborearla a pensarla. Pero le es inevitable pensar que fue lindo el paseo de noche, sus ojos y su noche. Aunque sea producto de su imaginación para variar, nunca había sido tan feliz (los perros ladran, están ladrando tan fuerte, como el silencio que ama).
La FM2 sigue sonando imperturbable, a pesar de la mañana, a pesar de su llanto y de su alegría (sus carcajadas) y la soledad de su cama (que ha podido soportar gracias a su ardilla de peluche y uno que otro ave maría).
Sigue sonando y se da cuenta que ya es tarde para tomar la micro y va recién en el premolar derecho, pero está rica la pasta (la pasta es nueva, es la Pepsodent..... esa Fresh algo).Era tarde, como iba diciendo, para llevarla al lugar dónde le pagarían la hora a $80 que le deben desde Enero.
Le duelen las pantorrillas, a pesar de que el reloj aún no da las 9 en punto.

(...)

Está inconclusa, está pendiente. Como las historias que estamos viviendo a diario la verdad.

lunes, marzo 20, 2006

Mi reloj da vueltas al revés

Ufff que pasan lentos los minutos, ¿o no?.
....
¿Cuál es el afán de no tener reloj ?
Ninguno, es que se me pierden porque me los saco en cualquier parte, y después se me olvida donde los dejé. Así me pasa con todo por lo general. Pensándolo bien, esa es quizás la verdadera razón por la que tampoco tengo celular.
Si pues, producto del miedo irremediable que me produce pensar que podría perder algo (o que ese algo, quisiera perderme de vista a mi)

Para contextualizar, estaba hablando con el saca corchos. Quien con ahínco, me estaba obligando a derramar el vino más premiado de 1987. Yo por mi parte le explicaba que nadie me iba a creer que estaba hablando con un sacacorchos, y menos aún que era este artefacto el que me pedía que ensuciara el sofá nuevo de mi casa.

¿Cual es mi afán por decorar mis historias?
Bueno, ser valiente y esconder entre verdades, esto que estoy sintiendo.

Ya, me está aburriendo esperar a que empiece el especial de las doce. Es extraño que hace un rato fueran las 9 y ahora las 8. No, no lo estoy inventando, eso me anuncia mi reloj inexistente y cansado de no hablar (es que le dan susto "esos momentos").

Te lo advierto, es el último Nicolo que me voy a comer. Bueno, el penúltimo si hace falta.

sábado, marzo 11, 2006

Mi Playa...


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MI PLAYA - ELY GUERRA

Te regalo mi sol, mi luz, mi playa
Te comparto mi dicha y mi pesar
Te doy las llaves de mi casa y mi confianza
Te cocino y te llevo a pasear

Te regalo la sal de mis historias
Te comparto mi fuerza y mi debilidad
Te muestro el cielo al que también llamamos gloria
Te regalo mi voz, mi libertad

Solamente hay algo que yo me quedaría
Es la imagen de un santo que me cuida noche y día

Te regalo mis fotos preferidas
Te comparto mi humana condición
Te llevo más allá del límite y medida
Me convierto en tu amiga, la mejor

Te llevo más allá del límite y medida
Me convierto en tu amiga, la...
Solamente hay algo que yo me quedaría
Es la imagen de un santo que me cuida noche y dí­a
Solamente hay algo que yo me quedarí­a
Y es la imagen de un santo que me cuida noche y dí­a
Pero en mi playa, estará el sonido del mar para ti
Rompen las olas del mar


... Se lo dedico con cariño a todo el que lo lea.

lunes, marzo 06, 2006

Memorándum

El viejo estaba sentado frente a su reflejo. Podía mirarlo, gracias a un charco de agua que se había formado durante el tradicional riego de la mañana. Desde ese instante y para siempre, le extrañó lo que veía; un reflejo que era nuevo cada vez. Un diluido susurro le recordaba, desde entonces, insistentemente nada.
Sus triunfos personales eran ahora en vano, pues de nada sirven cuando no hay nadie que los cuente con algo más de sabor o que incluso los reinvente en un almuerzo familiar. Las cicatrices son igual que la piel ahora, tienen el mismo sentido: tapar lo que hay debajo.
Las palabras no las extraña así como lo hago yo, porque jamás las escuchó. Tal vez por eso le duelen tanto, porque no es capaz de recordar el camino que antes lo llevaba a aprenderlas sin saber siquiera como suenan. Se le va de la cabeza la justificación de tenerla a ella y no a otra a su lado, se le olvidaron las cosas lindas que le había escrito. Le quedaban sólo sus ojos, que por minutos lo llamaban irrefrenablemente a su encuentro. Pero la lucidez duraba un segundo, uno entre millones que vivía una y otra vez.
Por eso le da rabia y se toma una aspirina creyendo que los mareos, así como el agua, algún día pasarán. Por eso no sabe si esto es realmente vida cuando no tiene el corazón de la memoria.
De que sirvió trabajar tantos años, tener tantos hijos y libros leídos. Para que haber accedido a la idea de ser un aspirante a semi culto, cuando ahora la calle Mac-iver le parece la misma que ninguna, porque el nombre de su hermana se le ha borrado.
Pero algo lo consuela, no sabe como llamarlo, no sabe como sacarlo por sobre su enfermedad. Pero esa experiencia, eso que no contesta, lo hace reír sin razón aparente, cada vez que mira ese extraño reflejo durante el transcurso de esa extraña mañana.