lunes, septiembre 12, 2005

Instructivo

Cuando usted desee quedarse en casa, porque está odiando el exterior; hágalo. No trate de buscar excusas ni personas, porque no existen, porque están en extinción. Cuando tenga cuerdas que lo amarran, deje que lo amarren unas cuantas semanas más, porque hoy descubrí que la verdad ya no vale, que la condescendencia es el valor del día y la sinceridad esta hecha pecado. Unos ojos me miraron (o trataron de hacerlo) y me comunicaron que alguien quería matarme, no me sorprendió. Es que hoy nada me sorprende, estoy excomulgada y no quiero comer más pan, ni siquiera a la hora de once. Si bien el amor es el que duele, no estoy segura de conocerlo. Quiero vivir de una vez, sin reprocharme por querer hacerlo.
Por eso, quédese en casa si no quiere que lo califiquen.
Quédese en casa y duerma.
Quédense en casa y conozca al amor de su vida.
Quédese en casa usted que puede.
Pero lo que es yo voy a salir temprano en la mañana, voy a encarar mi rabia, voy a vencer el sueño, voy a llorar despacio.