
Hoy me robaron la música,
se la llevaron en silencio.
Cinco minutos y todo olía a reguetón.
Llegué a mi casa ensangrentada,
con las manos bautizadas.
Entonces Luna me dijo: tranquila,
que él te la devuelve mañana.
[no olvidando nunca imaginar,
que es-talla
la tercera guerra y nadie va]