lunes, abril 10, 2006

Verbalizar

El agua de la ducha estaba en ese rango intermedio entre caliente y fría. Para Aristóteles sería una agua virtuosa, para ella era un desagrado no poder mantenerse 5 minutos bajo el chorro ni tampoco tener la certeza de que el frío la ayudaría a combatir su celulitis.
No quedaba crema y la piel le tiraba (siempre buscaba piel en las liquidaciones, ante la mirada ofendida de indolentes consumidores). Se envolvió en una toalla blanca, se sacudió el pelo y se miró al espejo..... oso polar es poco (me creerán que después de 15 años de estudio ESO fue lo único que se le ocurrió).
La puerta del closet se había roto hace 3 meses, aún no la habían arreglado....nadie es lo suficientemente bueno, además tiene una mañita que sólo yo conozco, así es más seguro (sí, ella creía que adentro de estantes de madera vivía un tesoro, menos mal que practica yoga).
Sentada en una silla sacó del armario el atuendo que llevaría pegado en el día, era su armadura, parte importante de un popular leguaje no verbal. Pero ese día estaba aburrida de ser humana y se vistió de apio. A las 12:30 p.m, se dió cuenta que había sido un error: limón, aceite y sal le daban sabor en el plato de un restaurant.
Ahora se hallaba entre dientes, en la punta de la lengua de alguien, al fin supo lo que sintió esa mañana la palabra teleológica.
Miró por primera vez a su alrededor, extraña reacción para alguien que nunca había visto que las cejas de algunas personas cuando se ríen se juntan (dando la sensación que algo mordáz se esconde tras la ingenuidad). Pudo abrir los ojos dentro de la sangre de otro.
Estaba repartida entre células, estaba transformando el desgano en movimiento, el gusto en necesidad. Era alimento y dejó de ser humano, se partió y se repartió para salvar a los que amaba (mientras se teñía en canales, se perdía entre poderes, se partía su grito entre el recuerdo silencioso y la interpretación de colores pintados en tierras de papel).

5 comentarios:

Re dijo...

Estoy... He estado acordándome mucho de ti, te extraño. De hecho, hoy te escribía una carta en clases. Pero como con todas las otras que te he escrito. La boté al basurero por mala. Cuando te escriba algo decente, ten por seguro que te lo daré.

Yo extraño verte por los pasillos.
Y quiero conversar contigo.

PD: No te he leído, pero voy a hacerlo, ahora.

Javiera Pumarino dijo...

Conto:
aunq no te lo comenté fletamente, leí tu post a conciencia, pero igual no te lo comento.
y aunq no te comente en gral, igual te leo, y con bastante agrado. Gracias a ti tb... nos veremos por la vida...


pd. y en realidad, si es q es posible, leslie me ama aún más...

Anónimo dijo...

Necesitaría algo de virtuosismo aristotélico...

Unknown dijo...

Nublado ayer, nublado hoy. Apenas despertaba, buscaba el cielo en la ventana y se hacía una idea de lo que le esperaba. Hacía frío, corrió a la ducha. Disfrutaba tanto la calidez del agua, que recordaba la lectura de la víspera "hay mas razones en tu cuerpo que en tu mayor sabiduría".

Eso.

... dijo...

uf.. en realidad no se que puedo escribirte, solo puedo decir q en cada cosa q escribes estas tu.











haces falta










en serio........